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Era una jodita...


No somos continuos ni constantes. Posiblemente nunca lo seremos. Pero trataremos de hacer el mejor esfuerzo.

Atentamente.
Nahuel Merino.
Director, redactor y futuro fotógrafo de Gusto a Poco.

Pd: Como garantía, debajo, les dejo la nueva nota que les prometí. Comenten y ojalá les guste.

El muro de los lamentos

Hace veinte años, en Berlín, el pueblo alemán derribó el infame muro que dividía la Alemania comunista, de la Alemania Occidental. Fue el final de la cortina de hierro, de decenas de años de separación y desigualdad.

En medio de tantos pensadores e historiadores que nunca dieron pie con bola, apareció Francis Fukuyama, anunciando felizmente que ahora sí, que por fin se acabaron los problemas, que ahora la gente se podía concentrar en el capital, y así la felicidad inundaría sus vidas.

Desde hace 20 años que la gente de este planeta no conoce la tristeza, ni la muerte, ni la hambruna. Y todo eso gracias a un sistema, que desde que no tiene competencia, ha demostrado que con esfuerzo, lucha y solidaridad, se puede transformar un sitio lleno de tristeza, en un mejor lugar para habitar.

Muchas gracias a los líderes del mundo libre y a los dueños de las grandes corporaciones por demostrar a los pueblos que un nuevo planeta era posible.

A continuación, y sólo para que usted, señor lector, tome conciencia de lo mucho que ha hecho este sistema y sus dirigentes por la humanidad, enumeramos algunos de los éxitos logrados durante los últimos años:

Consenso de Washington: Se creó para guíar a los novatos
gobiernos lanitoamericanos hacia la prosperidad económica y social. En Argentina fue aplicado en los 90 durante el mandato de Carlos Menem, con una eficiencia rotunda.

Aumento de la concentración de las riquezas: Desde ya que cuando se habló de igualdad, jamás se aclaró que se tratara del aspecto económico. Los pobres no saben manejar dinero, asi que ¿para que lo quieren?.

Aumento en la contaminación del medio ambiente: Para la seguridad de la humanidad entera, se ha decidido testear hasta dónde llega la resistencia del medio ambiente a los diferentes efluvios contaminantes. Académicos y políticos de países del primer mundo afirmaron que "aún falta para que colapse".

Además, no se olviden de las numerosas guerras e invasiones para poder garantizar su paz y su seguridad, señor lector. Lo mejor de todo, es que no se perdieron los viejas costumbres, como intentar derrocar gobiernos democráticos.

En fin, el mundo que ahora habitamos, es mucho, pero mucho mejor.

Felices 20 años.


Poco (Canción oficial del blog)